top of page

"Marriage Story": El Divorcio no Borra el Amor

  • Adrián Huamán Araujo
  • 2 dic 2019
  • 4 Min. de lectura

Mira qué tal guiño del póster al de "Kramer vs. Kramer" (1979) con Dustin Hoffman y Meryl Streep.

Aunque sea pata de Wes Anderson y hayan coescrito juntos el guion de “Fantastic Mr. Fox” (2009), Noah Baumbach no se ha vuelto tan famoso como su colega adicto a la simetría. Tal vez es porque, más que espectáculo apastelado, su cine busca ser más intimista, se basa más en diálogos y personajes complejos, mientras explora relaciones familiares "disfuncionales" como pocos cineastas. El divorcio, por tanto, también es un tema crucial para Baumbach: de hecho, fue nominado por primera vez a un Óscar en 2005 por el guion de “The Squid and the Whale”, una película independiente inspirada en la separación de sus padres. Hoy, seis películas y catorce años después, su nombre suena como nunca antes para la temporada de premios en Hollywood gracias a su última película, “Marriage Story”, que ya ha tenido distribución limitada en algunos cines y que se estrena vía Netflix este jueves 6 de diciembre.

Noah Baumbach ha dirigido una poderosa e íntima historia de pareja.

Inspirado en su sonado divorcio con la actriz Jennifer Jason Leigh (la desquiciada Daisy Domergue en “The Hateful Eight” de Tarantino), Baumbach nos cuenta la historia de Charlie y Nicole, una pareja de artistas que se ha nutrido mutuamente, decidió casarse, tener un hijo, pero han empezado a verse distanciados debido a sus ambiciones personales. Él es un director de teatro con mucho éxito y la empatía para compartir con los miembros de su compañía como con familia; está a punto de estrenar su “Electra” en Broadway y continuar con su ascendiente carrera en las tablas. Ella, por otro lado, es una actriz muy capaz que ha rechazado hacer películas y televisión por seguir creando junto a Charlie; planea mudarse de vuelta a Los Ángeles para buscarse una carrera en un nuevo ámbito más cerca de la cámara. Entre ellos, un hijo por el que dan la vida y un dilema que buscan resolver, en un inicio, llegando a acuerdos personales y pacíficos.

Nicole con la cabeza en California y Charlie con la suya en Nueva York en los pósters oficiales de Netflix.

Estamos acostumbrados (¿o nos han acostumbrado las películas masivas?) a contar las historias de amor poniéndonos del lado de alguien apenas surgen los problemas; y a esperar o que todo conflicto se resuelva por deus ex machina en los últimos quince minutos o que termine en una tragedia irreparable (un magnífico ejemplo de esto es la iraní “A Separation”, película que narra otro divorcio con circunstancias menos agradables). Sin embargo, “Marriage Story” no se solaza en ni una cosa o la otra. Tenemos contacto casi por igual con los puntos de vista de ambos protagonistas, entendemos por qué ya no es sano para ellos seguir juntos y la historia cierra con calma, con una sensación de consenso, de esperanza por empezar otra vez. Y todo lo logra gracias a las magníficas actuaciones protagónicas, anclas para toda la película. Aunque Scarlett Johanson nunca haya sido mala actriz, se revela como pocas veces, como una Nicole que debe lidiar con la innegable influencia de su esposo en su vida personal. Pero es Adam Driver (Kylo Ren en Star Wars) quien quizás se luce más como el padre que no sabe cómo lidiar con su familia, sus aspiraciones de carrera y una esposa en la que, a pesar de todo, sigue confiando a ciegas.


Scarlett Johanson y Adam Driver tienen casi asegurada una nominación al Óscar como Mejor Actriz y Mejor Actor, respectivamente.

Cosa curiosa: si se tuviera que seleccionar antagonista para esta historia, no sería ninguno de ellos. Si la acción de esta historia la lleva la pareja y es “lograr que nos separemos en los mejores términos por nuestro hijo”, quienes vuelven imposible (y jodidamente cara) esa tarea en esta historia, son los abogados de familia (Laura Dern y Ray Liotta). Es en cuanto ellos hacen su aparición que la pareja realmente empieza a sentir los roces, la violencia, la necesidad de exagerar los defectos del otro para ganar a toda costa una custodia que nunca se iba a pelear en corte ("Este sistema recompensa el mal comportamiento", suelta uno de ellos, justificándose). Sin spoiler, hay una escena particular que retrata con belleza cómo el vínculo personal puede más que la guerra legal entre ambos: en mitad de una sesión con sus representantes, alguien llega a pedir el almuerzo, el break para liberar las tensiones. Charlie toma el menú, lo observa, duda, repasa los platos, vuelve a dudar y Nicole ya sabe qué hacer: le quita el papel, lo revisa y toma la decisión por él. Los abogados no dicen una palabra.

Baumbach y los miembros de su equipo en la presentación de la película en el Festival de Cine de Nueva York.

“Marriage Story” es la exploración de la dinámica de una pareja que ha hecho su mejor esfuerzo y sigue haciéndolo a raíz de esta separación inevitable. Una película que promete situaciones muy bien escritas, tantos momentos devastadores como ligeros y luminosos. Mi reflexión personal automática ante el planteamiento simple de cámara y las poderosas actuaciones fue: “este hombre ha hecho teatro de todas”. Y aunque después me enteré que Noah Baumbach solo ha hecho carrera como cineasta, resulta que sí escribió, dirigió y actuó en obras teatrales mientras estudiaba Inglés en el liberal Vassar College de Nueva York (parece ser que, como en algunas facultades de comunicaciones, no tenían un equipo audiovisual decente). En la conferencia de prensa de la película en el Festival de Cine de Nueva York, Laura Dern comprobó la teoría teatral cuando habla del rodaje y cómo fue muy diferente a otros en los que cada actor/actriz trabaja su personaje por su cuenta, aislado: en este caso, todos formaron parte activa de la creación el personaje a través del vestuario, de discusiones con el director, como si de una compañía se tratara. Un rodaje realizado, en sus palabras, con “consideración, profundidad y verdad”, que se ha traducido en una película que vale la pena revisar y que sonará de todas en la temporada de premios 2020.

 
 
 

Comments


bottom of page