"Este Lugar No Existe": Las Inquietudes de Alejandra Vieira
- Adrián Huamán Araujo
- 11 sept 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 13 sept 2019

"Algo existe cuando es visto y a nosotros nadie nos ve."
No es necesario más que un colchón, un trozo de plástico, luces y las comprometidas actuaciones de Yaremís Rebaza, Santiago Torres e Irene Eyzaguirre para transportarnos a un burdel en mitad de la selva. Alrededor, la minería ilegal está depredando con todo: la vegetación, las comunidades amazónicas, las mujeres. En esta habitación, dos adolescentes se encuentran en lo que iba a ser su primera vez (él pagando por sexo, ella prostituyéndose) y unen sus destinos y sueños para siempre. "Este Lugar No Existe" es un texto poderoso que dialoga sobre la Amazonía, la inocencia aniquilada, las diferencias sociales y las ilusiones que podemos construirnos para afrontar situaciones límite. Tan poderoso que ganó el Premio Nacional de Nueva Dramaturgia Peruana en 2017 (la autora había recibido una mención honrosa el año anterior). La mente detrás de esta experiencia es Alejandra Vieira, artista escénica egresada de la PUCP y formada en el Programa de Dirección Teatral de Aranwa. Ella nos regaló unos momentos después de su obra para conversar con ella sobre los temas que la mueven y los retos nuevos tras empezar su productora independiente.

"Escribir siempre es complicado, aunque a uno le guste hacerlo. Siempre te empiezas a juzgar antes de tener algo completo. Escribes y borras, dices que lo que tienes es una porquería y no tiene sentido. Por eso, solo utilicé la convocatoria como deadline para no postergar la escritura de mi primera versión cuando tuve la idea para la obra. Sinceramente, no esperaba ganar el concurso. El tema es interesante y todo, pero mi meta no era esa." El Ministerio de Cultura no montó las obras ganadoras como se había hecho en ediciones anteriores, así que este proyecto teatral no se puso en marcha hasta que Jhoselyn Bernal, su hoy socia, le propuso crear una productora y trabajar en su primer montaje.
Onírica Teatro Independiente tiene, como meta compartir este tipo de teatro, que "deje al espectador pensando en algo que consideremos importante en este momento", menciona Alejandra. Así ha pensado en su trabajo escénico desde que presentó su proyecto final de carrera "La Pareja Perfecta", una obra cuyo título "podía sonar a una comedia romántica estúpida, pero no lo era. Era una obra que hablaba de las desigualdades de género y los estereotipos, de lo que es ser hombre y ser mujer cuando se hace una pareja. Creo que desde siempre he tenido claro que esa es la clase de teatro que quiero hacer. Quiero decir cosas, no directamente para que la gente jale un mensaje, sino hacer que la gente piense al respecto en sus propios términos."

Cuatro años después, llena de nuevas experiencias y un viaje a Cusco que le cambió la perspectiva, ha decidido abordar una problemática más social: la depredación de la naturaleza. "Siempre me ha puesto los pelos de punta el tema de la contaminación ambiental, de cómo no estamos cuidando los recursos naturales. Estaba en mi mente también hablar de minería ilegal (aunque la legal también tiene sus problemas) porque es la que menos regulación tiene y la que más contaminación genera. Hay una performer llamada Elizabeth Lino, que se autoproclamó Miss Cerro de Pasco y tiene varias performances en las que sale modelando sobre el tajo abierto. La ironía es esa: se supone que ella está ahí tratando que sea maravilla y patrimonio el tajo horrible que ha transformado la comunidad hermosa y llena de verde donde ella vivía. Es muy fuerte el daño que le hemos estado haciendo al lugar en que vivimos."
A Alejandra, entusiasta, le encantaría mover la obra, compartirla en el interior del país, llevar la cruda historia de Julia, Ernesto y el fantasma de la abuela a un público más allá del limeño. Pero también reconoce que es todo un esfuerzo dedicarse al teatro autofinanciado en el Perú y que debe serlo aún más en provincia. "Nosotras dos y Álvaro Pizarro (nuestro productor ejecutivo) nos encargamos de todo: la prensa, el cronograma, la producción, las redes… Es agotador. Cuando se acabó tu horario de trabajo y se supone que vas a descansar, nosotros venimos al teatro. Y empezamos otra jornada laboral. Hay que poner de tu propio dinero porque conseguir auspicios cuando haces teatro independiente es complicado: vas, tocas la puerta a una empresa y van a preguntar ¿quién eres tú?, no es como si fueras un teatro institucional. Es muy retador. Ahora felizmente están los estímulos para la cultura, que son fondos concursables del Estado, que debería haber más para apoyar a jóvenes artistas buscando hacer proyectos."

"Este Lugar No Existe" está es una experiencia por momentos tierna y por otros desoladora. Y, aunque la directora cree que, tras ver la obra, la gente puede sentirse afortunada por lo que tiene, sostiene que "es un poco ilusorio pensar que el teatro va a transformar a las personas, que van a entrar y salir de la sala diciendo 'ah, soy otro'. Pero sí creo que podemos hacer que la gente piense y que, al final, ese es el punto: pensar sobre algo puede hacerte cambiar una actitud, notar algo importante en tu vida y replantearlo." Y otra cosa que cree con fervor (porque es un hecho) es que, más allá de su motivación personal, está haciendo algo en lo que definitivamente está invirtiendo muchas más horas de las le serán retribuidas económicamente. "Es una actividad antisistema total: es lo único que me consuela", ríe.
La obra está en temporada de jueves a sábado a las 8pm y los domingos a las 7pm en Casa Tovar (Calle Manuel Tovar 255, Miraflores) hasta el 29 de setiembre. Entradas en Joinnus o escribiendo a oniricateatroindependiente@gmail.com .
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